De no creerse, eso podría decirse en otras épocas, pero en la cuenta regresiva de que
Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos, definitivamente no. De cualquier
manera, parece increíble que mejor hayan invitado a la toma de posesión de este
controvertido personaje al empresario Carlos Slim que a la presidenta Claudia
Sheinbaum, entonces, y el presidente de Grupo Carso estará acompañado por el
presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes ¿no que no pasa
nada porque la jefa del Ejecutivo no fue convocada?
Y está bien que Slim y Cervantes den a conocer que están diseñando junto con Palacio
Nacional una estrategia para intentar revertir las amenazas de Trump, pero, ¿qué mensaje
querrá enviar el norteamericano a la inquilina de Palacio Nacional?, porque está más que
comprobado y visto que el nuevo presidente de EU no tiene la más mínima disposición
para con la presidenta de México que a estas alturas del partido se estará preguntando
una y otra vez por qué no ganó Kamala Harris, pero eso ya de nada le sirve, ya quedó
rebasado.
Esta situación se da justo cuando Marco Rubio, que será el futuro secretario de Estado de
Trump, informó que el Ejército norteamericano podría combatir a las bandas del
narcotráfico mexicanas, al considerarlas organizaciones terroristas, “terroristas por
naturaleza” como lo dijo el propio Rubio en comparecencia en el Senado estadunidense a
donde por cierto fue muy bien recibido el futuro funcionario.
Y ante ello, el que la flamante secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, haya
alzado la voz para rechazar la amenazas trumpistas, de poco o nada valen ante el delirante
quasi nuevo inquilino de la Casa Blanca, ahora solo faltaría que Sheinbaum volviera a
repetir aquello que dijo en una de sus gustadísimas mañaneras del pueblo, una estrofa del
Himno Nacional: “mexicanos al grito de guerra”.
Pese a que la propuesta de Rubio sería aún una propuesta sometida a la consideración de
Trump, (ya se sabe la decisión que tomará el presidente norteamericano), ¿no habrá
reparado la mandataria de nuestro país en qué condiciones estamos? Ya se decía en este
espacio en anterior entrega y es necesario repetirlo, México es para Estados Unidos el
rival más débil.
Y aquí la pregunta es qué hará la presidenta Sheinbaum ante tantas muestras de
desprecio no solo de parte del nuevo inquilino de la Casa Blanca; igualmente, hasta dónde
estarán los empresarios dispuestos a ser los emisarios de la presidenta de México, esto,
sin olvidar la labor que está desplegando el secretario de relaciones exteriores, Juan
Ramón de la Fuente, aunque el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ya hace sus
propios malabares como en la administración pasada para venderse como el único “súper
héroe” para luchar en contra de los aranceles de Trump; ya lo hizo una vez cuando formó
parte del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, como canciller y como el súper
funcionario que pudo conseguir las vacunas contra el Covid-19.
¿Cómo quedará de este lado el llamado segundo piso de esta errada y llamada cuarta
transformación luego de tanto ajetreo?
MUNICIONES
*** El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, hizo nuevos
nombramientos en el CEN de este partido con miras a fortalecerlo. Fortaleció las vocerías
en el Congreso de la Unión, donde destacan las senadoras Anabell Ávalos y Paloma
Sánchez, así como la diputada Ana González, Mario di Costanzo; Bryan Mendarozqueta,
Karla Ayala y Jaqueline Hinojosa. Asimismo, Alito Moreno anunció el nombramiento de
Alfredo Ramírez Durán, líder tricolor en Veracruz, como titular de la Secretaría de
Diversidad, y de Jorge Meade, ex candidato al gobierno de Morelos, como Secretario de
Organización. También designó a Manuel Cavazos Lerma como nuevo Secretario de
Operación Política; a Gris Pereznegrón como Secretaria de Gestión Social; y a Tony
Rodríguez como Delegado General del CEN del PRI en la Ciudad de México. Otro buen
fichaje fue el de Sara Bugarin que se integra al CEN tricolor como secretaria de Asuntos
Migratorios.
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