Noble Veracruzana, Esposa de Pedro Garibay
Potosina Casó con Calleja y Estuvo en Prisión
Los Dos Virreyes Asesinaron a Los Insurgentes
JORGE HERRERA VALENZUELA
Poco se sabe que, durante el dominio español, dos jóvenes
mexicanas, de familias de la alta sociedad, figuran en nuestra
Historia Patria como Virreinas en la Nueva España.
Ambas contrajeron matrimonio siendo veinteañeras, mientras que
sus cónyuges casi les doblaban la edad, confirmando que, en el
amor, nada impide para culminar una romántica relación.
En el desarrollo de este comentario periodístico, nos enteraremos
de detalles que tuvieron los dos virreyes, pues uno puso fin a los
enfrentamientos militares del Movimiento de Independencia en el
Puente de Calderón, Jalisco, mientras que el otro puso en prisión a
personajes que compartían principios contra la monarquía
española.
Durante los 302 años de la Nueva España, hubo 62 virreyes. Viudos,
casados, solteros, eclesiásticos y dos casados que no trajeron a sus
esposas en tanto que 28 si lo hicieron.
María Antonia Godoy y Álvarez de la Faria de los Ríos y Sánchez
Zarzosa, esposa del virrey número 53 (Miguel de la Grúa
Talamanca) fue acusada de haberse apoderado de alhajas y joyas
de las damas de la sociedad novohispana, invitándolas para hacer
obras de caridad; se narra que nunca hubo tal ayuda a los pobres.
PORTEÑA Y DE NOBLEZA FAMILIAR
La primera virreina criolla fue Francisca Javiera de Echeagaray y
Bosio, de la nobleza novohispana, cuyo padre el teniente coronel
fue gobernador del Reino de Nuevo León y de Nuevo Santander. Su
madre, Faustina Gertrudis Bosio, de connotada familia del Puerto
de Veracruz.
Francisca Javiera nació el 19 de septiembre de 1750 y a los 20 años
de edad ya era madre de su primera hija, se casó con Joaquín
Gallegos; tuvieron una segunda hija. Murió Joaquín y en diciembre
de 1777, la joven contrae matrimonio con Pedro de Garibay y
vivieron en la Ciudad de México.
Al ser depuesto el virrey José de Iturrigaray por soliviantar a
quienes se reunían para dar “un golpe de Estado” contra la
monarquía española, la Real Audiencia designó al general y mariscal
de campo de los Reales Ejércitos Españoles, Pedro de Garibay, lo
nombró como el virrey 57 y estuvo en el cargo menos de un año
entre 1708 y 1709.
La veracruzana por sus relaciones familiares, al estar en la Ciudad
de México, inició su amistad con una famosa e ilustre dama, María
Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyra, a
quien conocían como “La Güera Rodríguez”.
De Garibay llegó al Palacio Virreinal e instruyó a sus colaboradores
para contraatacar el movimiento independentista, así como buscar
los medios para liberar, en España, al rey Fernando VII.
Fueron aprehendidos, con apoyo de inquisidores, los licenciados
Primo de Verdad y José Antonio Castro, enviados a los calabozos
del Arzobispado, a las tinajas de San Juan de Ulúa fue llevador Fray
Melchor de Talamantes y otro preso fue Juan Francisco Azcarate y
Lezama. Ninguno sobrevivió a los tormentos.
“El viejo y decrépito” Pedro de Garibay fue retirado del cargo, por
presiones de la Iglesia Católica y murió a los 85 años, sobreviviendo
tres años a su esposa que falleció en 1812. Ambos fueron
inhumados en un panteón capitalino.
Breviario Cultural:
El matrimonio tuvo una hija, Teresa, quien profesó como monja en
el convento de la Encarnación, en la Ciudad de México, bajo el
nombre de Sor Teresa de Belén.
Una tía de Francisca Javiera, María Isabel de Echeagaray fue la
mamá del ilustre veracruzano Francisco Javier Clavijero de
Echeagaray.
LA ESPOSA DE CALLEJA DEL REY
El militar español que infligió la última derrota al Ejército
Insurgente, encabezado por Miguel Hidalgo y comandado por
Ignacio Allende, así como ordenó el fusilamiento de José María
Morelos y Pavón.
Recibió como premio el nombramiento de Virrey de la Nueva
España. Fue introducido a la monarquía como Conde de Calderón.
Antepenúltimo virrey, el sexagésimo, quien en 1813 impuso a
nuestro Zócalo el nombre de Plaza de la Constitución, con motivo
de la promulgación de la Constitución Política de la Monarquía
Española, Cádiz en 1812.
Estoy refiriéndome a Félix María Calleja del Rey, quien el 26 de
enero de 1807 se casó con la joven potosina María Francisca de la
Gándara y Cardona, nacida en la Hacienda de San Juan de Vanegas,
San Luis Potosí.
Ella de 21 años; Calleja, 54. Tuvieron tres hijos mexicanos y dos en
Madrid. El matrimonio duró 20 años y meses. Ambos murieron en
Valencia, donde quedaron sepultados.
La hija del hacendado Manuel Jerónimo de la Gándara, está
descrita como una mujer guapa y de atractivas formas corporales.
Se hizo novia del comandante de la Brigada de Infantería de la
Intendencia de San Luis Potosí. El novio era “de buena presencia y
modales afables y cortesanos”, señala una crónica.
Al estallar el Movimiento de Independencia, María Francisca y sus
tres hijos abandonaron la casa, para mayor seguridad. Se fueron a
vivir a la Hacienda del Peñasco.
Su primer domicilio estaba en la Plaza Principal, hoy Plaza de
Armas, y la construcción se conservó con el nombre de “La Casa de
la Virreina”. Ahora es el restaurant “La Posada del Virrey”,
catalogado como monumento histórico por el INAH.
María Francisca y sus hijos iban de la Hacienda del Peñasco a
Ciénega de Mata, cuando los insurgentes la detuvieron y
presentaron ante el jefe militar Rafael Iriarte, conocido como “El
Cabo Leyton”, quien había sido mozo en la casa de los Gándara. Le
dio buen trato a la hija de sus patrones. No se cita qué suerte
corrieron los hijos, pero estaban a salvo.
Iriarte consiguió que el comandante insurgente Ignacio Aldama
firmara un salvo conducto para liberar a la esposa de Calleja, a
cambio de que lo mismo hicieran con la mujer de Iriarte. Fue un
intercambio, sin causar daño a ninguna de las dos, durante el
tiempo que pasaron en prisión.
Salieron de Guanajuato hacia la Ciudad de México e instalados,
Félix María recibió el nombramiento de jefe político de la Nueva
España y después, por las Cortés de Cádiz, le dieron el
nombramiento de Virrey.
Terminado el mandato, la familia marchó hacia España y Calleja
continuó su vida como político y militar.
Calleja del Rey estuvo tres años en prisión por haberse declarado
participante de un movimiento político y encomendaron al coronel
Rafael del Riego aprehenderlo y llevarlo a Mallorca. Liberado,
recuperó su poder y falleció en julio de 1828; María Francisca vivió
hasta el 27 de julio de 1855.
En las paredes del Museo del Prado, en Madrid, hay un cuadro de la
Condesa Viuda del Conde de Calderón, pintado por el artista
Vicente López Portaño, pintor de Fernando VII y de Isabel la
Católica.
Corresponde a María Francisca, sentada en un lujoso sofá, cubierta
la cabeza con una cofia, un pañuelo blanco en una mano y con la
derecha sostiene un libro religioso.
Calleja recibió, en Madrid, el título de Conde, por su triunfo en
Puente de Calderón, contra las fuerzas Insurgentes de Miguel
Hidalgo, en 1811, en ese sitio del río Amarillas, municipio de
Zapotlanejo, Jalisco.
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