El 16 de noviembre fue designado como el Día Internacional de la Tolerancia por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de fomentar el respeto por la diversidad cultural, las distintas formas de expresión y las libertades de todas las personas a nivel mundial.
A pesar de esto, los casos de intolerancia siguen en aumento por diferentes motivos, entre ellos, el rechazo a posturas éticas distintas.
En las últimas décadas el veganismo, movimiento que rechaza cualquier tipo de explotación y crueldad hacia los animales, ha tomado fuerza en todo el mundo. Según la ONU, se estima que las personas veganas y vegetarianas representan un 8% de la población del planeta (más de 600 millones de personas). Sin embargo, al tiempo que aumenta el número de personas que cambian sus decisiones de consumo por razones éticas, también los casos de vegefobia o vegafobia, rechazo a las personas veganas y vegetarianas.
Un estudio publicado por The British Journal of Sociology revisó casi 400 artículos que incluían las palabras «vegano», «veganos» y «veganismo» en periódicos nacionales de Reino Unido. Un 74,3 % de los artículos fueron clasificados como negativos al abarcar
las siguientes temáticas por orden de mayor a menor frecuencia: burlarse del veganismo, señalar al veganismo como ascetismo, afirmar de que mantener el veganismo es difícil o imposible, describir al veganismo como una moda, calificar de sentimentales a los veganos y etiquetarlos como hostiles.
Este tipo de cobertura mediática, al desinformar y reproducir estereotipos sobre las personas que eligen este estilo de vida, incrementa las posibilidades de que siga existiendo la discriminación hacia esta población.
Un caso que conmocionó al mundo se presentó en Reino Unido, cuando Louie Fentón de 12 años terminó con su vida por el bullying que recibía en el colegio por ser vegano, pese a que sus padres habían notificado a la institución donde estudiaba del caso de discriminación para intentar mediar la situación.
La vegefobia, como cualquier tipo de discriminación es alarmante y debe ser considerado como una acción de intolerancia frente a las instituciones, como a la vez, deben crearse más espacios de inclusión para las personas que por convicción decidan tener un estilo de vida diferente.
Por eso, es importante la labor de diferentes ONGs que trabajen en promover el respeto hacia estas personas, como en Fundación Veg, donde promovemos el veganismo para generar un cambio estructural, impulsando iniciativas como Menú por el Planeta, que asesora a gobiernos e instituciones para implementar opciones veganas en sus menús, y Martes Sin Carne, con la que recientemente logramos que en Chile se implementara todos los martes un menú 100 % vegetal en instituciones de enseñanza media, beneficiando a más de 380 mil estudiantes. De esta manera, contribuimos a lucha contra la discriminación al fomentar la inclusión de las personas veganas y vegetarianas en diversos espacios.
Por otro lado, a través de recursos educativos, ofrecemos acompañamiento en la transición hacia una alimentación más ética, por medio de desafíos como el Veggie Challenge, en el que durante un mes, los inscritos reciben consejos nutricionales, recetas y asesorías de manera gratuita, para facilitar el cambio a una alimentación vegetal de forma responsable.
“En Fundación Veg trabajamos por un mundo que respete y reconozca a los animales como seres sintientes y por eso, rechazamos completamente cualquier tipo de discriminación al tiempo que promovemos cambios estructurales para contribuir a la creación de más espacios de inclusión”, indicó Jesica Bon Denis, directora de Comunicaciones de Fundación Veg.