En México, de acuerdo con la Secretaría de Salud, cada año se reportan más de 2 millones de lesiones (1) relacionadas con la práctica deportiva, siendo la población de corredores, la más susceptible a este tipo de daños.
En el marco del Maratón de la Ciudad de México, el cual se ha convertido en uno de los más importantes de América Latina y el noveno a nivel global, con cerca de 40 mil participantes, además de un Boston Qualifier, el Dr. Travis Hanson, cirujano ortopédico de pie y tobillo del Hospital Houston Methodist, habla sobre las lesiones deportivas y la vanguardia que tienen en el Hospital Houston Methodist para el tratamiento de estas.
Los atletas de alto rendimiento suelen sufrir más lesiones que el resto de las personas. “Las lesiones de tobillo más comunes resultan de una torcedura donde se daña un ligamento; o de una fractura, donde se rompe el hueso, e inclusive hasta una fascitis plantar, tendinitis, síndrome de pinzamiento posterior del tobillo, entre otros.”
Respecto al síndrome de pinzamiento posterior del tobillo, una de las lesiones más comunes en atletas, el Dr. Travis explica que, “se observa comúnmente en atletas cuyo deporte requiere que flexionen el tobillo de forma repetitiva, se manifiesta como dolor en la parte posterior del tobillo.”
Esta afección, puede limitar la capacidad del atleta para rendir al nivel óptimo. Las causas más comunes son la sinovitis (inflamación de la membrana sinovial de una articulación, de un tendón o de una bolsa sinovial), la tendinitis del flexor largo del dedo gordo y el síndrome del hueso trígono, desencadenado habitualmente por una lesión.
El experto en cirugía ortopédica relata que, “el tratamiento no quirúrgico suele implicar restricción o modificación de actividades, inmovilización breve, inyecciones y medicamentos antiinflamatorios orales.”
Sin embargo, existen algunos pacientes para los que el tratamiento quirúrgico es la mejor opción. “La intervención quirúrgica tradicionalmente ha sido un abrir la parte posterior del tobillo para remover el tejido dañado, sin embargo, este abordaje ha sido reemplazado en gran medida por la artroscopia posterior del tobillo, que actualmente es el procedimiento de elección para el tratamiento quirúrgico del pinzamiento posterior”, indica el especialista.
En comparación con la cirugía abierta, la artroscopia posterior del tobillo produce mejoras significativas en los pacientes, respecto a un regreso más temprano al deporte y una menor tasa de complicaciones. La complicación más común es la neuropraxia del nervio sural, es decir, una compresión del nervio que produce dolor intenso, sensación de hormigueo, alteración de sensibilidad, entre otros (2).
Además de los esguinces, existen otras lesiones de tobillo, no tan mencionadas, pero que se deben tener en cuenta en caso de ser corredor o bien, al iniciar en esta práctica deportiva.
Al respecto el Dr. Travis Hanson explica que, “es importante conocer los tipos de lesiones de tobillo que podrían limitar la actividad, además de saber cuándo se debe buscar tratamiento.”
Otra de las lesiones más comunes, según el experto del Hospital Houston Methodist, son “los desgarres del Tendón de Aquiles, el cual conecta el talón con el músculo de la pantorrilla. Después de repetidos impactos con el suelo, este tendón puede hincharse, lo que provoca un dolor o malestar leve, que generalmente se debe a no estirarse antes de un entrenamiento. Si el tendón se desgarra, existen opciones tanto quirúrgicas como no quirúrgicas para curarlo.”
Para finalizar, el Dr. Travis Hanson asegura que “para evitar lesiones, lo principal es asegurarse de que los corredores tengan un buen régimen de estiramiento y que lo hagan de forma regular. Resulta útil también un poco de entrenamiento cruzado, es decir, en lugar de correr cinco días a la semana, si pueden combinar un día de ciclismo y un día de natación, puede ser muy útil”.