El 6 de abril de 2004, la Comisión de Biblioteca y Asuntos Editoriales del Senado de la República, estableció en el calendario cívico el Día Nacional del Bibliotecario, para celebrarse cada 20 de julio, misma fecha de creación de la Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archivistas, hoy Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía (ENBA).
La disciplina bibliotecaria se remite a la gran biblioteca de Alejandría, lugar donde se resguardaba el conocimiento. Más de medio millón de libros comprendía la vasta colección bibliográfica de Alejandrina, un centro de que concentró la sabiduría de la humanidad. Su devastación significó una pérdida de la memoria más importantes en la historia. Desde entonces, existió alguien que dedicó su labor a la administración del saber.
A lo largo de tiempos inmemoriales, la práctica emprendida en las bibliotecas se impuso como la base de la generación de diferentes ramas enfocadas a las ciencias de la información. En México, se instaló la primera biblioteca pública de América en 1646; la Biblioteca Palafoxiana ubicada en Puebla es un referente en el contexto nacional.
GAMONEDA, EL PIONERO
A principios del siglo XX llegó a México procedente de Asturias, España, Francisco Gamoneda, un bibliófilo que más tarde se involucró al trabajo con todo lo referente a los libros, incluido el estudio de estos, organización, descripción, así como su difusión. Además, su incursión en los archivos más importantes le dotaron de un renombre en el campo documental del país.
Con el paso del tiempo se convirtió en uno de los precursores del término ‘Archivonomía’ y Biblioteconomía’. Su participación en el Congreso de Bibliotecarios y Archivistas celebrado en 1944 en el Palacio de Bellas Artes, sirvió para impulsar la fundación de la primera escuela para aprender el oficio de los libros y los documentos. La iniciativa fue exitosa y en 1945 nació la Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archiveros.
La primera sede del nuevo colegio fue el Palacio de Bellas Artes, donde Gamoneda se desempeñó como docente transmitiendo sus amplios conocimientos en la materia a las nuevas generaciones de bibliotecarios y archivistas. Con el paso del tiempo la institución se convirtió en Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía (ENBA).
CELEBRAN CENTENARIO
El pasado martes 16 de julio de 2024 se llevó a cabo la celebración de los 100 años de la Asociación mexicana de Archivos A. C. (AMBAC), una de las agrupaciones gremiales más antiguas y con mayor renombre del ámbito bibliotecario. El festejo se efectuó en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México en coordinación con la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Luego del Congreso Nacional de Bibliotecarios celebrado en el Palacio de Bellas Artes, el recinto volvió a abrir sus puertas al gremio, tras haber fungido como la primera sede de la Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archivistas en 1945.
El Día Nacional del Bibliotecario fue el eje central de la ceremonia en la que colaboraron organizaciones como el Colegio Nacional de Bibliotecarios A. C. (CNB), el Consejo Nacional para Asuntos Bibliotecarios de Instituciones de Educación Superior A. C. (CONPAB-IES); la Asociación Mexicana de Archivos y bibliotecas Privados A. C. (AMABPAC).
Además, contó con la participación de las personalidades de mayor renombre dentro del gremio bibliotecario del país, como el presidente de la AMBAC, Raymundo Juárez Jiménez; el investigador y catedrático, Jesús Lau Noriega; el escritor y ensayista, Jorge F. Hernández, así como la reconocida bibliotecóloga, Rosa María Fernández de Zamora, cuya destacada trayectoria la ha llevado a ser considerada una de las profesionales de la información más importantes de los últimos tiempos.
Durante el encuentro se abordaron diferentes temas de relevancia como el fortalecimiento del Sistema Bibliotecario Mexicano, promoción de la lectura, la mejora de bibliotecas públicas y escolares, además de la profesionalización de archivistas y bibliotecarios, como parte de las prioridades dentro de las necesidades actuales del campo bibliotecario.
Los especialistas en bibliotecas coincidieron en que el trabajo de archivistas y bibliotecarios cobra relevancia en la medida que se dignifica su labor como profesionales. Razón por la cual vale la pena reflexionar acerca del legado de cien años de trabajo gremial a lo largo de diferentes épocas con resultados firmes en cuanto al robustecimiento de la disciplina.
Los bibliotecarios se enfrentan a distintos retos, uno de ellos es la falta de reconocimiento, por ello, resulta importante unir esfuerzos entre asociaciones, instituciones públicas y privadas, así como el ámbito en general. Por otro lado, se habló de la implementación de las nuevas tecnologías a las prácticas bibliotecarias dentro de la globalización, como parte de la inmersión de esta disciplina en la ciencia, la sabiduría y la cultura digital.
DATO. La AMBAC nació en 1924 bajo el nombre Asociación de Bibliotecarios Mexicanos. Posteriormente, pasó a llamarse Asociación Mexicana de Bibliotecarios, A. C., hasta la actualidad.
Al término de la conmemoración, Excélsior logró platicar con Fernández de Zamora, quien se refirió al evento como una noche que le dejó satisfeca “debido a la actividad que la asociación ha realizado a favor de las bibliotecas. Recordar a todas aquellas personas que han trabajado por nuestra profesión me trae mucha satisfacción”.
En ese sentido, recalcó el papel de las mujeres el mundo bibliotecario desde la fundación de la AMBAC. Cabe resaltar que, durante su intervención la experta mostró, visiblemente conmovida, fotografías de los fundadores de la asociación; narró la conformación de los primeros comités que pusieron los cimientos de lo que hoy representa la comunidad integrada por los socios adscritos al ente bibliotecario.