Breve Narración de Una Veintena de Hechos
Militar Sonorense Logró Conciliar Intereses
Las Tres Etapas del Partido Político Tricolor
La Enloquecida Ambición De Un Corrupto
La tarde del 19 de noviembre de 1910, en céntrica calle de la capital
de Puebla, en la Casa de Los Hermanos Serdán, dio inicio al Plan de
San Luis proclamado por el coahuilense Francisco Ignacio Madero
González para acabar con la dictadura del oaxaqueño Porfirio Díaz.
Seis meses después estaba consumado el derrocamiento del
hombre que mantuvo el poder presidencial por más de treinta
años. Con sus familiares partió hacia París, el 25 de mayo de 1911.
Panchito Madero logró su propósito de ser electo Presidente de
México, pero poco le duró el gusto porque, militares apoyados por
el embajador norteamericano, llevaron al poder a Victoriano
Huerta. Antes éste ordenó asesinar a Madero y también al último
vicepresidente mexicano, José María Pino Suárez.
En Morelos surgió el grupo encabezado por Emiliano Zapata que se
unió a las fuerzas maderistas, aunque mediante el Plan de Ayala
desconoció a Madero y lo acusó de traicionar la causa campesina.
Zapata se unió al jefe de la División del Norte, Francisco Villa, éste
asesorado por el general de carrera Felipe Ángeles, hidalguense
que se llamó Felipe de Jesús Ángeles Ramírez.
Este militar dirigió el H. Colegio Militar y gobernó en Coahuila y en
Nuevo León. Fusilado por órdenes de Venustiano Carranza. Lo
sentenció un Consejo de Guerra por estar con Pancho Villa. Fue al
paredón en noviembre de 1919, en Chihuahua.
Las supuestas uniones entre los grupos militares duraban el día y la
noche. Se enfrentaron todos contra todos en una batalla campal,
sin límite de tiempo. Carrancistas y Obregonistas contra Villistas y
Zapatistas; al principio también entraron a la pelea los maderistas.
Cuentan los historiadores que Carranza mandó dar muerte a
Zapata. El asesinato de Carranza se lo atribuyeron a Obregón, a
quien se culpó de la emboscada a Villa.
“El cristero” José León Toral, autor material de la muerte de
Obregón. Del autor intelectual, “El Panzón” Soto, cómico carpero
de la época, decía en el escenario: “Si le preguntan quién mató a
Obregón… ¡Mejor, Cálles… e!”.
Lo que empezó con el asesinato de un presidente, terminó con
igual final de otro presidente, de1913 a 1928.
Terminó la lucha fratricida, llamada Revolución Mexicana.
Debíamos de identificar esos hechos como Movimiento Armado
por el Poder.
HISTORIA DEL PARTIDO
Hace cincuenta años el profesor y licenciado Miguel Osorio Marbán
publicó el primero de los tomos que contienen la historia, al
detalle, del órgano político que conjuntó a los representantes de
grupos y corrientes ideológicas, participantes en el Movimiento
Armado.
Después, a diez años de distancia, fue la segunda fase de esa
organización que dio cabida a los militares y sirvió para estructurar,
nacionalmente, los procesos electorales. Nueva estructuración del
partido, desapareció el Sector Militar, y se impulsaron las
organizaciones obrera, campesina y popular.
Primero, en 1929, Partido Nacional Revolucionario. En 1939,
Partido de la Revolución Mexicana. Se iniciaba la sucesión
presidencial en 1945 y vino la tercera etapa, dando vida al Partido
Revolucionario Institucional, vigente desde enero de 1946.
En la fase inicial la tarea realizada por Calles como presidente entre
1920 y 1924, hubo contrastantes decisiones. Llegó a su fin la
“Guerra Cristera”, se creó el Banco de México con Manuel Gómez
Morín como principal responsable.
Sin embargo, la mancha fue reformar la Constitución Política para
legalizar la reelección presidencial de Álvaro Obregón, quien
hubiese sido el iniciador de los gobiernos sexenales.
Histórico el gobierno cardenista. Trascendental la Expropiación
Petrolera. La fundación del Instituto Politécnico Nacional. El
surgimiento de la Confederación de Trabajadores de México, la
CTM con Vicente Lombardo Toledano y con el profesor Graciano
Sánchez, la CNC, Confederación Nacional Campesina. Entraron en
función los Internados para los Hijos de Trabajadores.
Osorio Marbán relató paso a paso la historia del partido que
dominó con las siglas PRI, cuyo lema es Democracia y Justicia
Social. Es recomendable que los políticos viejos y los de nuevo cuño
leyeran la obra del profesor Osorio Marbán, en virtud de conocer
cómo se hacía político, cómo eran los políticos con ideología, con
principios y con programas de acción.
Con la aprobación del presidente Adolfo López Mateos y el apoyo
de Corona del Rosal, presidente del PRI, se estructuró un programa
especial para la capacitación de los futuros legisladores y
gobernantes. Osorio Marbán fue nombrado director general de las
Juventudes Revolucionarias y el Instituto Capacitación Política
arrojó buenos resultados.
CONCILIACIÓN Y DISTURBIOS
Comento que Plutarco Elías Calles en la década de los años treinta
marcó la etapa posrevolucionaria de México. El sonorense
demostró habilidades de conciliador. Abrió las puertas del poder a
los políticos, se dieron los primeros pasos de un México de las
Instituciones. Supuestamente terminaba el caudillismo.
Dos sucesos sangrientos sellaron los comicios presidenciales en
1940 y en 1952.
Los simpatizantes de los generales Juan Andrew Almazán y Miguel
Henríquez Guzmán, protagonizaron enfrentamientos con la policía
y los militares. No aceptaban la derrota y desconocieron los
triunfos del PRM y del PRI, respectivamente.
En julio de 1952 la policía arremetió contra una manifestación de
diez mil “almazanistas” cuando estaban sobre San Juan de Letrán,
frente al Palacio Postal o Correo Central. Hubo muertos, heridos,
detenidos. La protesta fue por el robo hecho por los
avilacamachistas.
Frente a la Alameda Central, también en julio, de 1952, fueron
reprimidos los henriquistas. Muertos, heridos y detenidos, civiles y
militares. Don Adolfo Ruiz Cortines, triunfaba. Entre los
henriquistas recuerdo a los generales Marcelino García Barragán y
Celestino Gasca (diputado Constituyente del 17) y a mi querido
amigo Natalio Vázquez Pallares.
LABASTIDA OCHOA HABLA
Francisco Labastida Ochoa, respetado y respetable político
sinaloense, no está acuerdo ni apoya las ambiciones personales del
sujeto que borra la historia de un partido político que le dio la
oportunidad de participar estatal y nacionalmente en la política.
En pocas palabras el economista nacido en Los Mochis, Sinaloa, y
con 60 años de militancia en el tricolor, declaró en días pasados:
“Está muy claro, si él logra quedar al frente del partido, yo voy a
renunciar”.
Labastida Ochoa afirmó que un militante PRIista como él, no puede
compartir con quien busca una reelección para dirigir al PRI hasta el
año 2032.
Los seguidores y asesores del campechano, cuyo nombre no es
publicable, en concepto del excandidato presidencial en el año
2000, “están haciendo una jugada que no es democrática”. Desde
el principio ese individuo “absorbió facultades que son del Consejo
Político Nacional”.
El mochiteco tiene la calidad moral, amasada desde sus años
juveniles en la política. Secretario de Minas, Energía e Industria
Paraestatal; lo fue también de Agricultura, Ganadería y Desarrollo
Rural, así como de Gobernación. Senador y sin apoyo de ninguna
naturaleza en la campaña presidencial de principio de este siglo, el
sinaloense no ganó en las urnas.
Durante el sexenio salinista, hubo dos presuntos precandidatos
presidenciales y a los dos se les alejó de la jugada. Labastida Ochoa
fue enviado a Sinaloa como gobernador y a Jesús Silva Herzog
Flores, embajador den Estados Unidos de América. El presidente
Miguel de la Madrid decidió entregar la candidatura a un grupo que
encabezaba su secretario de Programación y Presupuesto.
Hoy, mi respetado amigo está en la lista de “candidatos a la
expulsión” del PRI, bajo el argumento de que son responsables de
la debacle interna e inclusive de tener relación con el asesinato de
Luis Donaldo Colosio Murrieta, en marzo de 1994.
El corrupto dirigente anunció que va a proponer expulsar a quienes
fueron presidentes: Dulce María Sauri Riancho, Manlio Fabio
Beltrones Rivera, Pedro Joaquín Coldwell y Claudia Ruiz Massieu
Salinas; Francisco Labastida Ochoa, no fue presidente partidista.
¿El motivo de la aberrante ocurrencia? No darle el visto bueno a las
ambiciones de un desacreditado político. Los cinco van a impugnar
la facciosa asamblea nacional en que reformó la legislación
partidista.
Muchos militantes renunciaron al PRI, en desacuerdo con la
dirigencia nacional, algunos lo hicieron para buscar acomodo con el
fundador y verdadero líder del partido en el poder, sin lograr recibir
el apapacho como el yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín.
DULCE MARÍA Y SU OPINIÓN
Una de las mujeres que destacan por su militancia en las filas del
PRI, es la yucateca de carrera completa como legisladora,
gobernadora y dirigente nacional.
La conocí en la primera de las cuatro ocasiones que ha sido
diputada federal, muy buena en la tribuna parlamentaria. En 2020
presidió los trabajos en San Lázaro.
Secretaria General y presidenta nacional del PRI. Electa dos veces
para ocupar un escaño senatorial y gobernadora interina de
Yucatán. Originaria de Mérida, a sus casi 73 años, sigue en la batalla
y comento que le tocó aceptar no tener apoyo para la campaña del
candidato presidencial, en el 2000.
Recientemente escribió en la página editorial del diario Reforma:
“En un futuro tan próximo como el primero de septiembre, dará lo
mismo que el PRI vote o no vote sobre asuntos de todo tipo,
incluyendo reformas constitucionales. Su voz tampoco tendrá peso
de la autoridad moral, que no numérica, pues el desprestigio de su
presidente nacional le ha cobrado factura.
“En este complicado escenario, ¿a quién le importa el presente y el
fututo próximo del PRI? Entiendo, que, en primer término, a
quienes militamos en esta organización política. Aunque somos
cada vez menos, todavía somos numerosos/as quienes sostenemos
sus principios y valores de justicia social y democracia”
NI SOMBRA NI CARICATURA
Descender hasta el cuarto lugar como fuerza política, sin ganar
una diputación federal ni una senaduría en 2024, ¿no es suficiente
para tener dignidad y renunciar a la dirigencia? 300 diputaciones y
64 senadurías estuvieron en juego.
Verdaderamente el campechano es un símil del inquilino de Palacio
Nacional. Ambos quieren justificarse culpando a sus antecesores.
Hasta 2019 el PRI gobernaba en 18 Estados; hoy solo en dos.
En el sexenio del tabasqueño la impunidad es un privilegio que
gozan sus tres hijos mayores, sus hermanos, el restaurantero jefe
de ayudantes y el exchofer y hoy próspero empresario, “Don Nico”.
Cómo justificar que el PRI no ganó una de las 300 diputaciones y
quedó en cero candidatos triunfadores para senadores. Habrá 13
senadores del tricolor, por su coalición con el PAN y con el agónico
PRD.
En la Cámara de Diputados están acreditados 500 legisladores/as y
el PRI estará presente, si bien le va, con ¡34!
Es indignante que se atribuya a dirigentes del pasado la actual
desgracia del PRI y más triste que la crisis sea avalada por una
minoría, en la que destaca el exgobernador Rubén Moreira y actual
coordinador de la bancada en San Lázaro.
Es fácil acusar, lanzar cargos, atribuir responsabilidades. Presentar
pruebas y fundamentarlos, nombre y apellidos de los responsables.
Exhibir, informar, lo realizado desde agosto de 2019 a la fecha por
el comité ejecutivo nacional y sus comités estatales.
Números de triunfos alcanzados, campañas de afiliación,
preparación de cuadros juveniles, liderazgos femenil, obrero,
campesino y en el sector popular. ¡Nada!
Comento, finalmente, que el partido invencible, el partido con una
ideología definida, con principios y programa de acción, NO ES NI
SOMBRA, NI CARICATURA, si acaso es un fantasma.
Unos convocan al funeral. El oxígeno oficial ($) se agotó y solo hay
un tanquecito para un “nuevo innombrable”.
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