Por la tibieza como actuaron durante todo el proceso electoral, se puede
decir que Alejandro “Alito” Moreno el dueño del PRI y Marko Cortés, el
propietario del PAN, fueron cómplices de Morena para que el partido en
el poder se llevara el carro completo en las elecciones del 2 de junio
pasado.
Alito y Markito prácticamente abrieron la puerta para que Claudia
Sheinbaum llegara a Palacio Nacional con una votación abrumadora
que dejó sorprendidos a muchos actores políticos que nunca pensaron
que la candidata del oficialismo, obtendría una victoria tan contundente.
Muy tibia fue la postura de los dos partidos frente al apabullante
derroche de publicidad, en espectaculares, bardas y otros medios, que
utilizó Morena para promocionar a su candidata Claudia Sheinbaum,
incluso fuera de los tiempos electorales.
Ante incuestionable la parcialidad del Instituto Nacional Electoral hacia
Morena, los líderes de los dos principales partidos de oposición, hasta el
2 de junio, se mostraron complacientes con el árbitro electoral
encabezado Guadalupe Taddei claramente al servicio de los
morenistas.
Jamás exigieron al INE que contabilizara los gastos de campaña de la
doctora Sheninbaum, sobre todo después de esos acarreos masivos en
los que se alquilaban decenas de camiones para llenar la plaza como lo
hicieron en el arranque y en el cierre de campaña. Como tampoco le
exigieron que frenara la intromisión del presidente en sus mañaneras.
Estos tránsfugas de la política sólo vieron por sus intereses y de una
manera irresponsable aseguraron sus posiciones para los próximos seis
años. Las listas de los aspirantes a los cargos de elección popular
estuvieron plagadas de amigos, sin ninguna posibilidad de victoria.
Marko y Alito engañaron a Xóchitl Gálvez no una ni dos veces, sino
muchas, sobre todo después de los debates entre las y el candidato. La
hicieron creer que ella había ganado, nada más falso, sus ataques
nunca dieron en el blanco de la morenista y mucho menos le
preocuparon a su equipo de campaña.
Y claro, durante todo el sexenio nunca asumieron con seriedad su papel
de oposición al gobierno, dejaron correr sus errores, nunca
aprovecharon el descontento ante los excesos del presidente Andrés
Manuel López Obrador, así no se puede ganar ni aquí ni en china.
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El ex gobernador del Estado de México, Arturo Montiel, pensó que
todavía estaba en sus días de gloria, o tal vez que Enrique Peña Nieto,
su hechura, -los dos igual de ratas- todavía estaba en la presidencia y
presionó al PRI para que su esposa, -la 4, pero no T-Karla Cortés
Treviño compitiera para una diputación federal por la coalición PAN-PRI-
PRD en el 23 distrito del Edomex en donde sufrió una estrepitosa
derrota…El presidente Andrés Manuel López Obrador convenció ayer
su virtual sucesora, Claudia Sheinbaum de sacar adelante la reforma al
poder judicial. Con el disfraz de Parlamento Abierto, con consultas
amplias que incluyan a profesionales y trabajadores, Sheinbaum
aseguró que la iniciativa,-no dijo si modificada o tal cual- se votará en
septiembre. ¿Quién manda? Ni hablar, está claro el tabasqueño. ¿y el
dólar Apá?..Lo que hizo el Instituto Electoral de la Ciudad de México
para que Morena tenga mayoría en el Congreso Local no se puede
calificar de otra manera como una marranada y en la marranada
entrarán Valentina Batres, hermana de YSQ y el hijo del cuestionado
“líder” obrero Pedro Haces. No somos los mismos.
[email protected] HctorMoctezuma13
