Ante los reclamos constantes sobre la contaminación que presuntamente produce la refinería ubicada en el municipio de Cadereyta en Nuevo León, y que es operada por Petróleos Mexicanos (Pemex), el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desmintió que sea dicha planta la que origine problemas.
Bajo este contexto, el mandatario mexicano afirmó que la refinería de Cadereyta está por debajo de la norma e incluso denunció que existen otras plantas que de verdad contaminan, sin embargo, no quiso dar nombres.
«No se vale que por el conservadurismo… no quieran a Pemex”, arremetió el jefe de Estado, quien aprovechó el momento para comentar que solicitó un informe al titular de Pemex, Octavio Romero Oropeza, para que se dé a conocer el grado de contaminación que existe supuestamente por la refinería norteña.
Sutilmente, alguien dice, ‘contamina la refinería de Cadereyta’, yo le he pedido al director de Pemex que hoy informe. Esto para los de Cadereyta y de Nuevo León, para que no los manipulen», apuntó el originario de Tabasco.
Aunado a lo anterior, en palabras del líder del país, la refinería de Pemex «no está fuera de la norma», incluso recalcó que está por debajo de la misma, por lo que desestimó los dichos recurrentes del grupo opositor, quienes amagan con quitar la planta.
Por último, el tabasqueño acotó que es gracias a un plan de refinerías, que maneja su gobierno, que se ha logrado mantener la estabilidad del mercado mexicano, al asegurar que para septiembre del presente año estará asegurada la autosuficiencia en materia de hidrocarburos.