Si padeces de bochornos, sudores nocturnos u otros síntomas de la menopausia, aquí te explicamos qué es la terapia hormonal y cómo ayuda a aliviar dichos síntomas.
«En la actualidad lo llamamos terapia hormonal en lugar de terapia de reemplazo hormonal, como se conocía antes», explica la Dra. Erin Manning, ginecóloga del Hospital Houston Methodist especializada en medicina menopáusica. «La disminución de los niveles hormonales durante la menopausia es un proceso natural y fisiológico. Usamos la terapia hormonal para tratar los síntomas de la menopausia, no para reemplazar la pérdida natural de hormonas».
La edad promedio del período menstrual final es a los 51.5 años, pero el período menstrual final puede ocurrir en cualquier lugar entre las edades de 40 y 55.
«Los síntomas de la menopausia, sin embargo, pueden comenzar entre uno y siete años antes del último período menstrual de una mujer, lo que se conoce como perimenopausia», explica la Dra. Manning.
El número promedio de años de síntomas es de 7.4 años. ¡Así que abróchate el cinturón! Esto es lo que necesitas saber sobre la terapia hormonal para aminorar los síntomas de la menopausia:
¿Qué es la terapia hormonal?
La terapia hormonal es una dosis baja de estrógeno y progesterona, o simplemente estrógeno, en el caso de que una mujer se haya sometido a una histerectomía, administrada alrededor del momento de la transición perimenopáusica para ayudar a aliviar los síntomas clásicos de la menopausia.
Se puede administrar a través de formulaciones diferentes, desde píldoras orales hasta parches, aerosoles, cremas y geles.
«El estrógeno ayuda con los síntomas, pero la razón por la que a menudo también incluimos progesterona es para proteger el endometrio, que es el tejido que recubre el útero», enfatiza la Dra. Manning. «Si le das estrógeno a una mujer que todavía tiene útero, es decir que no ha tenido una histerectomía, puede hacer que el revestimiento del útero crezca fuera de control y provocar cáncer uterino».
¿Qué signos indican que necesitas terapia hormonal?
Es apropiado comenzar la terapia hormonal dependiendo de la gravedad de los síntomas de la menopausia, particularmente si se sufren bochornos y los sudores nocturnos.
«La pregunta realmente se convierte en qué tan graves son los síntomas», apunta la Dra. Manning.
«Así que generalmente hago un seguimiento a mis pacientes preguntando: ¿Estos síntomas están afectando tu capacidad para funcionar en la vida diaria?”
“Si se tienen 20 bochornos al día, se considera mucho. Pero no es solo la cantidad de bochornos, sino también cómo afectan el día a día de la paciente”, comenta la especialista del Hospital Houston Methodist.
«Si eres una profesional tratando de dirigir una reunión y está tu blusa empapada en sudor, diría que ciertamente deberíamos comenzar el tratamiento hormonal», agrega la Dra. Manning. «Si estás hablando con tu jefe y de repente tu cara está roja brillante, estas acalorada y estás sudando, eso podría ser algo que afecta tu desempeño, tu seguridad en ti misma y tu calidad de vida”.
Los sudores nocturnos son otro síntoma clásico de la menopausia que pueden ser particularmente perjudiciales.
«Sudar por la noche realmente puede afectar el sueño de una persona, pero eso no es todo», puntualiza la Dra. Manning. «Si te despiertas con las sábanas mojadas todas las noches y tiene que cambiarlas, esto afecta tus patrones de sueño, y por ende la vida profesional, las responsabilidades en casa, y de más».
¿Con qué síntomas de la menopausia ayuda más la terapia hormonal?
La larga lista de síntomas de la menopausia incluye:
• Bochornos
• Sudores nocturnos
• Trastornos del sueño
• Cambios cognitivos, incluyendo niebla cerebral
• Dolor en las articulaciones
• Aumento de peso
• Fatiga
• Depresión
• Ansiedad
• Irritabilidad
Los bochornos y los sudores nocturnos son los síntomas de la menopausia más clásicos, sin mencionar que son de los más molestos. Afortunadamente, también son los que la terapia hormonal mejor trata.
«La terapia hormonal puede reducir significativamente los bochornos y los sudores nocturnos», dice la Dra. Manning. «En cuanto a los otros síntomas asociados con la perimenopausia, estos a veces pueden mejorar con la terapia, pero no siempre».
Por ejemplo, los síntomas relacionados con el estado de ánimo, los trastornos del sueño y el dolor en las articulaciones a veces pueden mejorar con la terapia hormonal, pero el efecto no siempre es tan fuerte como con los bochornos y los sudores nocturnos.
«Un síntoma como el dolor en las articulaciones también debe ser evaluado por un médico de atención primaria, por lo que primero podemos descartar otras causas», comenta la Dra. Manning. «Si no hay otra causa, y todavía tienes dolor en las articulaciones, podemos ver si la terapia hormonal ayuda a aliviarlo».
El único síntoma de la menopausia que no se ha demostrado que la terapia hormonal ayude, es en el aumento de peso. Sin embargo, la especialista señala que la terapia es neutral en cuanto al peso, lo que significa que tampoco te hará aumentar de peso.
«Sin embargo, sí sabemos que el control del peso se ve afectado por los patrones de sueño», agrega la Dra. Manning. «Entonces, si la terapia reduce los sudores nocturnos y mejora el sueño, podría ayudar secundariamente con la pérdida de peso. Pero no hay un impacto directo en el peso».
¿Existen riesgos asociados con la terapia hormonal?
En 2002 se publicó un estudio bien diseñado, aleatorizado y controlado con placebo de la terapia hormonal, parte de la Iniciativa de Salud de la Mujer (WHI). Es a lo que la mayoría de los expertos, incluida la Dra. Manning, hacen referencia cuando hablan de la seguridad de esta terapia.
«A partir de este estudio, sabemos que hay riesgos asociados con la terapia hormonal a largo plazo, incluido un riesgo ligeramente mayor de cáncer de mama y enfermedad cardíaca, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular», advierte la Dra. Manning. «Hubo nueve casos más de cáncer de mama por cada 10,000 mujeres en el estudio. Eso es bajo, pero estadísticamente significativo. Además, hubo 11 casos más de problemas y eventos cardiovasculares por cada 10,000 mujeres. Una vez más, un número bajo, pero estadísticamente significativo».
Es por eso que la terapia hormonal no se usa para tratar los síntomas de la menopausia a largo plazo, algo que la mayoría de las mujeres rara vez requieren de todos modos.
La terapia hormonal con estrógenos únicamente también puede aumentar el riesgo de cáncer uterino si todavía conserva su útero intacto, aunque, como se mencionó, la adición de progesterona para estas mujeres mitiga este riesgo.
Es posible que también hayas escuchado afirmaciones de que la terapia hormonal aumenta el riesgo de demencia, pero la experta en menopausia del Hospital Houston Methodist, señala que si bien algunos estudios muestran que podría haber un riesgo ligeramente mayor, otros estudios muestran un riesgo ligeramente disminuido, lo que significa que no está claro un vínculo entre la terapia hormonal y la demencia, y es poco probable que sea fuerte, en caso de existir.
¿Cuánto tiempo suele estar una persona en terapia hormonal?
«Lo que pasa con la transición perimenopáusica es que cada mujer la atraviesa de manera diferente», dice la Dra. Manning. «Un pequeño porcentaje de mujeres, alrededor del 10% al 20%, nunca notan los síntomas en absoluto. Otro pequeño subconjunto de mujeres tiene síntomas hasta los 70 y 80 años. Pero el número promedio de años que las mujeres experimentan síntomas es de 7.4».
La menopausia no es una enfermedad, en realidad es un proceso natural. Y el propósito de la terapia hormonal es simplemente tratar los síntomas de la menopausia. Esto significa que ya no es necesaria una vez que los síntomas desaparecen. Tú médico requerirá un chequeo anual para revisar los síntomas y determinar si la terapia hormonal todavía es necesaria.
«En términos generales, trato de que mis pacientes sintomáticos pasen la década de sus 50 años con terapia hormonal y luego, en algún momento a principios de los 60, comencemos la reducción de la dosis, con el final de retirar a la persona del medicamento por completo», explica La Dra. Manning. «Y esto se debe realmente al riesgo cardiaco asociado con el uso a largo plazo de esta terapia».
El riesgo de ataque cardíaco aumenta con la edad, independientemente de la terapia hormonal. Por ejemplo, el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular es mayor a los 68 años que a los 58. La Dra. Manning enfatiza que llega una edad en la que el riesgo adicional de la terapia hormonal, aunque bajo, si justifica suspender el medicamento.
Se sabe que el consumo de alcohol aumenta la posibilidad de sudores nocturnos, por lo que ayuda a evitarlo, especialmente antes de acostarse. Además, algunos estudios han demostrado que el ejercicio, en particular el yoga, puede ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia.