LA RETAGUARDIA: ¿Con qué cara Jazmín Esquivel pide renuncia de Norma Piña?
Ministra presidenta de SCJN recibe respaldo de juzgadoras; ministra pirata tiene sus
propios rencores
¿Pero con qué cara?, ¿con qué calidad moral?, ¿qué pretende con esa maniobra la
“ministra pirata” Jazmín Esquivel de Rioboó de pedir la renuncia ni más ni menos que de
la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña
Hernández?
Está bien que le deba al presidente Andrés Manuel López Obrador que la haya llevado a
ocupar un asiento, -inmerecido por cierto-, en el máximo tribunal de la Nación; que su
esposo, José María Rioboó sea el constructor consentido de esta errada y llamada cuarta
transformación y luego, que la haya defendido del vendaval que se desató cuando se
descubrió y publicó que la señora Esquivel de plano se había pirateado la tesis de maestría
y encima, la de licenciatura, pero que la utilice el inquilino de Palacio Nacional
precisamente a ella para atacar y tratar de tirar a la ministra presidenta de la Corte, es
suponer que el escándalo en el que se vio envuelta una de las incondicionales del
tabasqueño ya pasó y ni quien se acuerde y no, Jazmín Esquivel ha quedado marcada con
el sello de esta errada y llamada cuarta transformación de prestarse a cualquier tipo de
jugarreta política que se le ocurra al presidente.
Y si alguna prueba quisiera la “ministra pirata”, ahí está que ante su desatino,
la Asociación Mexicana de Juzgadoras (AMJ) cerró filas con la ministra Piña Hernández .
La magistrada María Emilia Molina, sí a la que en los foros para analizar la controvertida
reforma al Poder Judicial, Morena y sus rémoras no le han permitido hacer uso de la
palabra, ni en el Palacio Legislativo de San Lázaro ni en el foro que se llevó a cabo en
Guadalajara, emitió un comunicado en el que se puede leer:
“En este contexto donde los Poderes Judiciales se enfrentan al mayor reto en su historia
por los cuestionamientos que se le hacen desde el poder político, las integrantes de la
asociación mexicana de juzgadores asociación civil queremos expresarle a la Ministra Luz
Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la SCJN y el CJF, nuestra sororidad para
enfrentar los enormes retos que corresponden a su alto cargo”.
Vale recordar que una vez que el oficialismo le impidió hablar a la magistrada Molina,
dijo que no iban a acallar las voces que no están a favor de la reforma al Poder Judicial
lópezobradorista.
Pues, ¿qué pasó con aquello de que con el triunfo de Claudia Sheinbaum a la presidencia
de la República, habíamos llegado todas? Pura palabrería.
Una vez que la futura presidenta de México se negó rotundamente a “pintar su rayita”
con respecto a López Obrador, demuestra también que está dispuesta a permitir que su
jefe siga operando sus venganzas y destilando sus rencores.
Asimismo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitió un comunicado en el que se
establece que “la Ministra Presidenta continúa con los trabajos jurisdiccionales y
administrativos inherentes a su cargo, y mantiene diálogo con los Poderes Legislativo y
Ejecutivo de cara a una reforma judicial".
También la llamada “ministra pasante”, tiene sus propios odios y rencores. Cuestión de
recordar que en el 2022, Esquivel Mosa buscó afanosamente presidir la SCJN y ser ella y
no la ministra Piña, la primera mujer en presidir la Corte.
Según ella, su plus era haber sido la carta de López Obrador para operar en el máximo
Tribunal.
En el plan de trabajo que presentó en su oportunidad, (y a la mejor ese también se lo
“pirateó”), destacó:
“Mi vocación jurídica es, y seguirá siendo, la de velar por la Constitución y, con ello, por
los derechos humanos de todas y todos. Que se garantice la aplicación del marco legal, a
través de una interpretación justa de la ley, bajo los principios de autonomía e
independencia judicial, asegurados desde la presidencia de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal”.
Así que el desquite y la andanada de críticas dirigidas en contra de la ministra Norma
Piña, viene, -como se puede corroborar, por partida doble.
MUNICIONES
*** Justo a un mes de la jornada electoral del pasado 2 de junio, la Conferencia del
Episcopado Mexicano reflexionó sobre la realidad nacional luego de que cuando muchos
no se lo esperaban, Morena y rémoras ganaron prácticamente todo, razón por la cual,
exhortó a todos los políticos elegidos a enfocarse en cuatro prioridades específicas. Una es
“la construcción de la unidad nacional”; la segunda, “la inclusión de todos en el proyecto
de nación democrática que tenemos desde hace décadas”. Los prelados ubicaron como un
tercer punto la importancia del “fortalecimiento y autonomía de los tres poderes del
Estado con todas sus instituciones”, y finalmente la CEM pidió “la vigencia plena del
Estado de Derecho, en el respeto a los derechos humanos fundamentales”. Por otra parte,
al electorado, los obispos pidieron “ir más allá de la contienda electoral” y sus resultados,
para despertar la conciencia “de que el futuro de nuestro país necesita de todos” al
tiempo que en general, demandaron que no prevalezca la visión de vencedores y
vencidos.
*** Especialistas se han preguntado cuánto costará la más reciente ocurrencia de López
Obrador, es decir, que el “pueblo bueno y sabio” elija a magistrados, ministros y jueces y
de dónde saldrán los recursos. Bueno, pues de alguna manera, el coordinador de la
bancada de Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal, disipó esa duda al
anunciar que esta “elección”, tendrá un costo de la nada despreciable cantidad de 3 mil
500 millones de pesos. “Mucha gente se pregunta cuánto costará realizar la elección de
los mil 600 jueces y magistrados. En un cálculo aproximado que hemos hecho con
actuarios y personal del INE, a quien se le faculta esta responsabilidad, podrían erogarse
entre 3 mil y 3 mil 500 millones de pesos, la elección, por única ocasión". Y respecto a de
dónde saldrán dichos recursos, el senador Monreal señaló: “el presupuesto para dicha
elección podría ser designado de los 23 mil millones de pesos que tienen actualmente
los Fideicomisos que planean extinguirse”. Esta es una situación sin duda muy
preocupante pues lo que pretende el presidente López Obrador, es extinguir al precio
que sea al Poder Judicial.
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