De paso, el primer mandatario anticipó que también se prepara un plan de emergencia económica para afrontar la crisis económica que trae aparejada la pandemia del Coronavirus, a la que se suma el desplome del precio internacional del petróleo como consecuencia de la “guerra comercial” entre Rusia y Arabia Saudita.
En ninguno de los dos casos el jefe del Ejecutivo parecía muy convencido de la necesidad de medidas de urgencia, pues respecto a la pandemia todavía recomendó salir a los restaurantes y fondas, pues en su oportunidad dará a conocer el momento para permanecer recluidos en las casas. Y, en materia económica, dijo que el plan que prepara su equipo será distinto a las acciones de los gobiernos anteriores para enfrentar otras contingencias.
«Siempre se recurría a créditos, al Fondo Monetario Internacional (FMI). Nosotros no tenemos la necesidad de hacerlo, tenemos reservas, ahorros y podemos financiar nuestro desarrollo», sostuvo el primer mandatario, que al parecer no estaba al tanto o no le concedía mucho crédito a las instituciones especializadas internacionales, tanto privadas como gubernamentales que pronostican severos problemas en todo el mundo y, en particular, una caída más pronunciada del producto interno bruto de México.
También dijo que «nada de rescates al estilo del periodo neoliberal, que les daban a los bancos, a las grandes empresas. Que no estén pensando que van a haber condonaciones de impuestos u otros mecanismos. Si tenemos que rescatar ¿a quien hay que rescatar? A los pobres».
Los planes de emergencia serán sometidos a riguroso escrutinio durante una reunión del gabinete presidencial programada para la tarde-noche de ayer. López Obrador aseguró que su gobierno se «prepara bien, pero sin adelantar vísperas para no afectar más de la cuenta la economía», pues recordó que «hay millones de mexicanos que viven al día».
Los resultados, dijo el presidente López Obrador, se darán a conocer hoy, martes.
«Mañana presentaremos el plan para que la población lo conozca y también para dar más tranquilidad al pueblo. Estamos preparados», aseguró el jefe del Ejecutivo durante su conferencia mañanera.
Adelantó que los programas que se pondrán en práctica estarán a cargo del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), con la participación de los Gobiernos estatales, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Adicionalmente, se prepara un plan especial emergente, con participación de las secretarías de la Defensa Nacional (SEDENA) y de Marina (SEMAR).
Esto último sólo confirmó lo que el propio primer mandatario reveló el domingo anterior, en el sentido de que el Ejército y la Marina manejarán 10 hospitales recién terminados para atender, en caso se ser necesario, a enfermos de coronavirus.
Como siempre, el titular del Ejecutivo Federal aprovechó para censurar a sus rivales políticos, aunque no mencionó a nadie en concreto. «Tenemos que cuidar la salud y al mismo tiempo cuidar la economía y por eso le estamos haciendo caso a los técnicos, médicos y científicos, no haciéndole caso a politiqueros que no saben ni de política».
De acuerdo con el reporte más reciente de la Secretaría de Salud, en el pais hay 316 casos confirmados de coronavirus, así como 794 sospechosos y mil 667 casos negativos. Como consecuencia de la pandemia se han confirmado tres defunciones, mientras que el 89 por ciento de los casos ha sido tratado ambulatoriamente y sólo se ha hospitalizado al diez por ciento.
No obstante, la actitud ambivalente del gobierno de la llamada Cuarta Transformación se puso de manifiesto de nueva cuenta con un video del propio presidente López Obrador, en el cual pidió a los mexicanos no “apanicarse” con la pandemia del coronavirus y les solicita a las familias que sigan saliendo a los restaurantes para evitar paralizar la economía.
Los pronósticos de las empresas calificadoras Fitch Ratings y JP Morgan son poco favorables para la economía de México y en particular para la empresa petrolera nacional, PEMEX.
Los especialistas de Fitch Ratings indicaron que PEMEX es una de las compañías más vulnerables debido a la volatilidad en el precio del petróleo. “Si bien la posición de liquidez de PEMEX actualmente es adecuada, como resultado de las bajas amortizaciones y las líneas de crédito disponibles, el débil perfil crediticio limita su resistencia”, indicaron.
El pronóstico de JP Morgan es más concreto y más severo, pues sus expertos esperan que la economía mexicana se contraiga 1.8 por ciento en 2020, como consecuencia de los efectos del coronavirus.
La calificadora señaló que es probable que el mayor impacto se registre en el segundo trimestre del año, con una probable contracción del 15.5 por ciento, aunque posiblemente se compense por una recuperación parcial en el segundo semestre.
En tanto, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el ex secretario de Hacienda de México José Ángel Gurría, advirtió que tomará años al mundo recuperarse de los efectos económicos de la pandemia de COVID-19, que ya superan a la pasada crisis financiera.
Advirtió que la mayoría de las economías más grandes del mundo van a entrar en recesión en los próximos meses y, aunque no hubiera una recesión mundial, muchas economías dejarán de crecer, incluidas las más grandes, por lo que este año tendrán crecimiento bajo y llevará más tiempo recuperarse en el futuro.
Más allá de suposiciones, los datos duros siguen tendencias negativas.
El tipo de cambio de la moneda nacional cerró ayer con una cotización de 25.13 pesos por dólar, su valor más bajo desde que se tiene registro, de acuerdo con datos del Banco de México. En algunos bancos el dólar se cotizó por arriba de los 25.60 pesos.
Conforme a los datos del Banco de México, la moneda mexicana se depreció 3.67 por ciento (0.89 centavos) respecto a su cierre del viernes pasado.
En tanto, La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró una nueva jornada de pérdida y la mezcla mexicana de exportación empezó la semana con una caída de 2.85 por ciento, respecto al viernes pasado, al cerrar en 15.33 dólares por barril.
